Cada día nos vamos encontrando más gente con intolerancias alimenticias o con problemas de salud que les impiden disfrutar de nuestros dulces. En mi caso, mi madre.
Siempre la ha encantado comerse algo dulce después de comer pero (y con riesgo de que me mate al leerlo) la edad no perdona.
Ahora, no puede excederse con el azúcar, por lo que lleva un tiempo volviéndome la cabeza loca pidiéndome que la hiciese algo sin azúcar, pero no encontraba nada que me convenciese.
Por mucho que me digan, las cosas que venden sin azúcar saben a cartón y las que llevan sacarina, puaj!!
Así que pensé en que si la fructosa es lo que les recomiendan a los diabéticos, será lo más parecido al azúcar y sorprendentemente, así es.
Con eso solucionado, ya que estaba, aproveche para hacerlas también aptas para los que tienen colesterol y sustituí el huevo por claras pasteurizadas o si tenéis albumina mucho mejor.
Y aunque creáis que no sabrán a nada parecido a una galleta de mantequilla, saben prácticamente igual y lo mejor de todo es que su consistencia nos permite decorarlas, eso sí, ¡¡¡nunca!!! con glasa normal, o lo que hemos hecho no habrá servido para nada, yo hice una gasa con clara y la fructosa bien tamizada.
Ingredientes para la masa (de aquí salen aproximadamente unas 10 galletas grandecitas)
50g de fructosa (yo le pongo lo equivalente a 150g de azúcar, ya que una cucharada de fructosa equivale a 3 de azúcar, ya sabéis que a mí me gustan muy dulces)
350g de harina
200g de mantequilla sin sal a temperatura ambiente
2 claras de huevo
1 y 1/2 cucharadita de extracto de vainilla (o cualquier sabor que os guste)
Primero batimos bien la mantequilla con la fructosa hasta que quede una crema suave
Sin parar de batir, añadimos las claras de huevo ( o albumina) y el extracto de vainilla (o el que más os guste, ya que admite cualquier sabor)
Vamos añadiendo la harina poco a poco.
Batimos a velocidad media baja
Yo lo hago todo en la amasadora, pero si lo que usáis son varillas eléctricas, es mejor que la harina la añadáis a mano, mezclándola con una espátula, para que no coja aire la masa.
Una vez mezclado todo, la compactamos en una bola, la envolvemos en film transparente y la llevamos una hora al frigorífico.
Pasado el tiempo, la sacamos, amasamos y estiramos dejándola con un grosor a aproximado de 1cm (eso es según vuestro gusto, a mi no me gustan muy gordas) cortamos nuestras galletas y las volvemos a meter en el frigorífico para que a la hora de hornearlas no pierdan su forma.
Precalentamos el horno a 180º (es mejor sin ventilador)
Lo llevamos al horno durante 10 minutos con calor arriba y abajo hasta que veamos que los bordes empiezan a coger tono tostado.
Las sacamos y las dejamos enfriar en una rendija de metal, y decoramos al gusto.
Estas están decoradas con fondant y glasa (otro día hablaremos de cómo usarla)
En este caso yo las he decorado usando el tutorial de MEUG (coloreando la masa). A mí me han quedado un poco pálidas porque no hice bien el doble horneado que nos recomiendan las chicas de Mensaje En Una Galleta (MEUG), pero si leéis su tutorial seguro que os quedan mucho mejor que a mí.
¡Hasta la próxima!
¡Besos a tod@s!
Magali
que buena receta, gracias por compartirla
ResponderEliminarbs
saludablesssssssssssssss
ResponderEliminarGenial!!! gracias por compartirlo
ResponderEliminarhola!!!!!!!!!1 por fa necesito muy urgentemente la recta del glas de color con fructosa, para decorar las galletas de navidad, gracias, cariños
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