Galletas de mantequilla

Después de tanto tiempo diciendo: “cuando acabe los exámenes prometo traeros todo lo que se me está acumulando”. ¡Pues ya es ese momento!, por fin he acabado (y con mucho éxito) y me han dejado libre para dedicarme en exclusiva a vosotros.

Aun estoy que no me lo creo, hace un año, me daba vergüenza decir que no tenia terminados mis estudios y nunca me imaginaria que un año después iba a lograr terminarlos y además con tanta ilusión que voy a continuar para alcanzar uno de mis sueños profesionales “ayudar a los que lo necesitan”, es decir, estudiar auxiliar de enfermería. Digo uno de mis sueños profesionales, porque como no, mi mayor sueño sería poder vivir de mis dulces y poder tener mi propia tienda-taller, pero quien sabe, viendo lo que me ha podido cambiar la vida en un año, nunca se puede saber lo que puede pasar.

Uff, creo que me he puesto un poco soñadora, así que bajando a la realidad, vamos a hablar hoy de un nuevo sector que aun no habíamos tocado: “Las Galletas”

El día que empecé a hacer cupcakes y tartas, decía que nunca iba a hacer galletas porque no me llamaban la atención, pues mirarme ahora, si es que “nunca” se puede decir “nunca”, ¡mira que mi madre me lo ha dicho siempre!

Estas que vemos hoy, me las pidieron para un bautizo y la verdad que al principio, renegaba un poco por todo el trabajo que necesitan: hacer la masa, hornearlas y que no se deformen, decorarlas, hacer las etiquetas, embolsarlas…, vamos, que a una se la quitan las ganas solo de pensarlo, pero cuando las ves terminadas y ves la cara de felicidad que ponen cuando vienen a buscarlas, merece la pena.
Además yo es que soy muy quejica, porque son muy sencillitas de hacer y aquí lo vemos.

Ingredientes para la masa (de aquí salen aproximadamente unas 10 galletas grandecitas)

100g de azúcar glass
350g de harina
200g de mantequilla a temperatura ambiente
1 huevo (tamaño M)
1 cucharada de extracto de vainilla (o cualquier sabor que os guste)

Primero batimos bien la mantequilla con el azúcar hasta que quede una crema suave
Sin parar de batir, añadimos el huevo y el extracto de vainilla (o el que más os guste, ya que admite cualquier sabor)
Vamos añadiendo la harina poco a poco.
Batimos a velocidad media baja
Yo lo hago todo en la amasadora, pero si lo que usáis son varillas eléctricas, es mejor que la harina la añadáis a mano, mezclándola con una espátula, para que no coja aire la masa.
Una vez mezclado todo, la compactamos en una bola, la envolvemos en film transparente y la llevamos unas horas al frigorífico.
Pasado el tiempo, la sacamos, amasamos y estiramos dejándola con un grosor a aproximado de 1cm (eso es según vuestro gusto, a mi no me gustan muy gordas)
Precalentamos el horno a 180º (es mejor sin ventilador)
Lo llevamos al horno durante 10 minutos con calor arriba y abajo hasta que veamos que los bordes empiezan a coger tono tostado.
Las sacamos y las dejamos enfriar en una rendija de metal, y decoramos al gusto.

Estas están decoradas con fondant y glasa (otro día hablaremos de cómo usarla)

Espero que os gusten y os animéis, no se tarda tanto y están riquísimas.

*Perdonar por las fotos, no son muy buenas porque las he tenido que hacer con el móvil.

¡Hasta la próxima!

¡Besos a tod@s!

Magali